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PRÓLOGO: Alegato contra la burocracia
Me pide mi querido amigo José
Manuel que escriba un prólogo para la segunda
edición de su magnífico libro “Cómo preparar
el cuestionario para la convocatoria de docentes
en el exterior”. En un prólogo, el lector
espera encontrar una presentación de la obra, de
su estructura, su organización, su propósito o
finalidad, incluso de algunas de sus
características más relevantes… A veces también,
una presentación del autor y de algunas de las
ideas que vertebran o fundamentan la obra.
El problema es que José Manuel
ya presenta la obra en un texto literario y
divertido, organizado y sistemático, claro y
conciso, como es su Introducción. Monedas de
oro, castillos medievales, hermosas doncellas,
reyes, torres, puentes levadizos y almenas nos
conducen en los caminos de la trama del libro y
nos iluminan para comprender la globalidad del
mismo. Además, junto a la presentación del libro
en la Introducción, José Manuel nos hace
cómplices, en el primer texto, “Por un tubular”,
de una experiencia personal determinante que nos
abre los ojos frente a la importancia de las
cosas pequeñas: unos centímetros en un tubular,
unas décimas en el concurso oposición para
conseguir la plaza en el exterior… ¿Qué podría
añadir a las explicaciones sobre la organización
y finalidad del libro y/o a la implicación del
autor con el mismo? Humildemente tengo que
aceptar que es una tarea difícil y que tendré
que inspirarme en las palabras y en el estilo de
José Manuel para comenzarla.
Del autor puedo afirmar que es
una buena persona y un trabajador minucioso e
incansable. Su espíritu de ciclista sigue
presente en cada párrafo, en cada análisis, en
cada búsqueda de respuestas y de explicaciones,
de relaciones y de hilos conductores, en su
trabajo de investigación de los cuestionarios de
los tres últimos años. Pedalea en medio del mar
proceloso de los textos legales, y cada pedalada
nos lleva por un nuevo vericueto que nos enseña
y nos ayuda a comprender la pregunta y las
respuestas. Su saber enciclopédico sobre la
legislación que rodea la Acción Educativa de
España en el Exterior (AEEE) me deja perplejo
una y otra vez. En cada ocasión en que he tenido
una duda me he dirigido a él y me ha ayudado a
despejarla. Sin embargo, todo ese saber
adquirido tras largas horas de estudio e
investigación, no se le ha subido a la cabeza y
siempre ha practicado la humildad y la
generosidad. Humildad que le ayuda a seguir
aprendiendo: navegando en un mar de textos
legales que cambian y cambian; y a seguir
compartiendo: en este nuevo libro que actualiza,
complementa y presenta nuevas perspectivas al
primer libro que publicó sobre “Cómo
preparar el cuestionario para la convocatoria de
docentes en el exterior”.
Del libro puedo afirmar que la
ironía de José Manuel es elegante y sutil. Al
leer que la LOE-LOMCE es una “hermosa doncella”,
no me ha quedado más remedio que sonreír y
recordar cómo presenté yo el Real Decreto 1027
allá por el año 1997. Creo que narrar esa
historia puede justificar la construcción de
este prólogo como homenaje al libro y al autor.
En 1997 aún no se había
organizado ningún curso sobre AEEE en ninguna
parte de España. Los sindicatos recibían
consultas cuando las convocatorias aparecían,
pero las consultas se respondían
individualmente. El Real Decreto 1027 ya tenía
cuatro años. Yo estaba de vuelta de Marruecos
desde 1995. Así que, sabiendo que los cursos de
AEEE podían responder a dos demandas de algunos
docentes –pocos en aquellos años-, la de
conseguir información y la de conseguir algunos
puntos en el baremo, me dirigí a mi sindicato, a
la federación de enseñanza de CC.OO. en Murcia,
para sugerirles la organización de un curso
sobre el tema. En mi sindicato, como siempre, me
respondieron que era una buena idea y que la
pusiera yo en práctica. Así que organicé, junto
con algunos compañeros que habían estado en el
exterior y se encontraban en Valencia y en
Murcia, el primer curso. En aquella ocasión las
presentaciones se hacían aún con transparencias.
A las transparencias del Real Decreto 1027 les
puse los epígrafes en colores.
Aunque le pongamos colores al
Real Decreto 1027, o aunque le llamemos hermosa
doncella a la LOE-LOMCE no podemos olvidar que,
desde 1990, fecha de aparición de la LOGSE,
-para algunos autores incluso desde antes-, los
textos legales no han hecho nada más que
burocratizar y desvirtuar la educación, la
enseñanza y el aprendizaje. Está ocurriendo con
la Educación, desde hace ya casi tres décadas,
lo mismo que con la Sanidad. Los médicos se
quejan cada vez más de que, de los 15 minutos
que podrían tener con los pacientes, 10 minutos
son para rellenar informes y memorias. ¿Cuántas
horas son las que utilizamos los docentes para
rellenar programaciones y evaluaciones con
estándares? La burocratización es el cáncer de
la sanidad y de la educación y, cada vez que nos
acerquemos a un texto legal tenemos que ser
críticos para desvelar lo que oculta su
metalenguaje. El Real Decreto 1027 se cargó a
los consejos escolares en el exterior y facilitó
la designación a dedo de los directores de los
centros españoles en el exterior. La LOE-LOMCE
es un campo minado para los centros públicos y
para el pensamiento crítico, un campo abonado
para los centros privados religiosos y para la
preparación para el mundo del trabajo como mano
de obra barata y acrítica.
En el exterior, aún más que en
el interior, la ironía es un arma muy útil
contra todo tipo de abusos legales y
paralegales.
F. Palazón Romero
En Mula, a 14 de enero de 2018
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